Reescriba los clásicos con la autoedición de Amazon

Buscando en internet tropecé hace poco con una curiosa versión del relato “El incidente del puente del búho” de Ambrose Bierce (“An Occurrence At Owl Creek Bridge”) que puede indignar a las legiones de admiradores de este autor que pueblan el mundo y llenar de asombro a muchos estudiosos.

 

portada "El incidente del puente del Búho" en versión digital

Pero vayamos por partes. Ambrose Bierce es un autor norteamericano del siglo XIX al que se considera un maestro del cuento fantástico y de terror. Concretamente el cuento del que hablamos, “El incidente del puente del búho”, se suele analizar en los talleres de narrativa como ejemplo de su peculiar uso del tiempo, ya que en un momento esencial del cuento el tiempo real se suspende y es sustituido por un tiempo mental que sugiere un desenlace muy distinto.

El cuento relata la historia de un colono del sur en la guerra de Secesión norteamericana que va a ser ahorcado por el ejército del Norte en el puente que da nombre al relato. En el último párrafo del cuento se recupera el tiempo real y descubrimos que en realidad el reo ha muerto colgado y que la huida a través del río que se nos ha relatado tan vívidamente sólo ha sido un delirio del ajusticiado.

Y es precisamente este uso tan eficaz (y efectista) de los planos temporales lo que ha convertido “El incidente…” en un cuento de culto para los aficionados al relato corto, de manera semejante a “El corazón delator” de Edgar Allan Poe. Como se recordará, en el caso del relato de Poe, el sonido del corazón delator es una metáfora, no hay verdadero corazón de la víctima latiendo post mortem sino que es el propio miedo del asesino el que se proyecta en forma de latido delator. Pues bien, imaginad lo que sería encontrar una versión del cuento de Poe en que anunciase que en este cuento el corazón de un muerto “resucitado” delata a su asesino ante las autoridades. O leer en una sinopsis de Romeo y Julieta que Julieta no se suicida, sino que realmente estaba dormida…

Algo parecido me pasó a mí al leer en la sinopsis de la versión autopublicada que en el relato más famoso de Ambrose Bierce ¡el reo escapa de la horca! Tuve que leer dos veces el resumen para asegurarme de que había entendido bien. (Enlace a la sinopsis aquí).

Sinopsis de "El incidente del Puente del Búho"
El subrayado señala la parte más «rompedora» de esta sinopsis del clásico relato de Bierce

 

Pero no había duda, en esta versión del relato de Bierce, aparentemente fruto de una traducción reciente al español, resultaba que el reo escapa realmente de la horca y se reencuentra con su mujer. Increíble. No seré yo quien diga que este final esperanzador de huida y reencuentro con la esposa no tiene su atractivo, pero la cuestión es que el texto original en inglés lo deja bien claro:

“Peyton Farquhar was dead; his body, with a broken neck, swung gently from side to side beneath the timbers of the Owl Creek bridge.”

Igualmente clara es la traducción al español más conocida:

“Peyton Farquhar estaba muerto. Su cuerpo, con el cuello roto, se balanceaba de un lado a otro del Puente del Búho”.

El cuento juega deliberadamente con la ambigüedad del tiempo de la narración para que el lector no tenga claro si lo narrado es real o imaginario, pero aquel “estaba muerto” del párrafo final es incontestable. No sé qué parte de “Peyton Farquhar estaba muerto” no entendió la persona que escribió el resumen del relato o si dejó de leer justo antes del último párrafo por alguna cuestión de fuerza mayor.

Como en el mundo de la edición de libros tradicional las sinopsis suelen responder al contenido de los libros a los que se refieren, supuse que aquella “traducción reciente al español” contendría una versión errónea del cuento. Y así pues, compré aquella edición bilingüe de “El incidente del puente del búho” por 2,99€ con el propósito de analizar detenidamente la versión española en busca del momento exacto en el que el traductor se equivocaba.

La siguiente sorpresa fue comprobar que la traducción “reciente” no era tal, sino la versión canónica en español, que aparece a veces atribuida a José Bianco (“Cuentos de soldados y civiles”. Orión, Buenos Aires, 1975) y otras a Alonso de Ilera (“Cuentos de soldados y civiles”. Biblioteca El Mundo; Madrid, 1998, reedición con permiso de Bibliotex. En esta compilación el título del cuento varía: «El puente sobre el río del Búho»). Aquí, en cualquier caso, aparecía sin mención a ningún autor, como si se hubiese autogenerado espontáneamente.

cubierta_Español_bierce
Cubierta de la compilación de El mundo en la que aparece el relato «El incidente del puente del Búho»

 

Sea de Bianco o de Ilera, se trata de una magnífica traducción, en la que queda claro que el ajusticiado muere (“Peyton Farquhar estaba muerto…”) y en la que se transmite con toda eficacia el aire alucinatorio que presenta en el original toda la parte de la zambullida en el río y la huida y que encamina al lector hacia la correcta interpretación del cuento.  (Desde aquí mando mi felicitación al traductor del cuento porque no era fácil trasladar el texto al castellano conservando el efecto y la intriga y se hizo magníficamente).

Ante la claridad de la traducción cabe deducir que la persona que escribió la sinopsis del libro digital no entendió el cuento, ni en inglés ni en español, y que probablemente no lo leyó entero, cosa que sin embargo no le impidió escribir el resumen del libro. La exigua ficha del producto en la web de Amazon apenas recoge la fecha de lanzamiento, el desconocido nombre de la editorial (Ediciones Spanglish, todo un presagio de la gran calidad de sus productos) y ni el menor rastro del autor de la sinopsis.

incidente_riobuho_nuevofinalcorta_editada

En el propio ebook no hay página de créditos, no figura el nombre del traductor al español, ni tampoco el de un posible editor, revisor ni maquetador. Es como si el libro se hubiera materializado él solo, de repente, sin intervención humana ninguna y en el formato correcto para ser visualizado en los e-readers de Jeff Bezos. Misterios de la autopublicación en Amazon.

Sin embargo, esa materialización espontánea sin intervención humana en plan «Hago chas y aparezco a tu lado» no impedía que al terminar la lectura apareciera una pantalla que te insta a compartir tu opinión del libro en redes sociales. (Ganas me dieron de poner un tweet tipo: “creo que alguien se ha inventado el final del cuento de alguien …”, como en los chistes de Gila).

La edición en modo “hágalo usted mismo”, también conocida como autopublicación o autoedición o Kindle Direct Publishing, tiene estos riesgos: nadie garantiza la autoría ni la calidad de una traducción. De repente te puedes encontrar con una versión de la historia en la que Colón llega en realidad a la India y no a América. Y encima te preguntan tu opinión…

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Por lo que he podido investigar, lo más probable es que quien haya creado este libro digital bilingüe haya sacado el material de la web de Albalearning, ya que la versión original en inglés tiene la misma errata en capítulo 2 (“to perilous” en lugar de “too perilous” en el fragmento “no adventure to perilous for him to undertake…”), errata ausente en la otra versión original más conocida y accesible, la del Proyecto Gutenberg (The Millenium Fulcrum de 1988). La versión en inglés está libre de derechos, pero no la versión en castellano, lo que significa que sus reproducciones íntegras vulneran el derecho del traductor. En cualquier caso, resulta difícil saber con certeza quién es el autor de la traducción como comentábamos más arriba.

Además, de haber tenido un editor al uso, la versión digital no tendría tantas erratas en la cubierta del libro: le falta la tilde a «edición» y a «búho», por no mencionar que el título que figura es «El puente Buho» y no «el puente del búho» como debería figurar. El formato de la portada del libro es TIF, generado con un programa de dibujo llamado Sketch Pro, por lo que cabe deducir que el ente abstracto que creó este ebook proviene del mundo del diseño gráfico y la ilustración.

Más información sobre la obra de Ambrose Bierce y versión en español de sus cuentos en la página de Ciudad Seva.