Estadística, nieve y corazones

Tengo el corazón dividido. Los días pares leo un libro magnífico de la microhistoria de la Estadística que me lleva desde la mediana hasta las regresiones. Los pares, leo un libro magnífico de la macrohistoria de la Estadística con el que recorro desde principios del siglo XX hasta ahora.

Avanzo con cierta cojera, porque lo que aprendo los días pares me ayuda a encajar la Estadística de hoy en grandes bloques de sentido que abarcan muchas disciplinas y todo el pensamiento científico contemporáneo, pero los días impares el reloj se para y me detengo a lo ancho en un punto de la Estadística y saboreo sus esquinas, aprendo a reconocerlas, empiezo a entender para qué sirven, conecto una idea con otra.

Mi avance es muy irregular. Si estuviera esquiando sobre un mando blanco de nieve, en un pie tendría un esquí muy grande y el otro uno muy pequeño y preciso y mi rastro sobre la capa de nieve tendría trazos torpes y asimétricos: como si estuviera remando mucho más fuerte de un lado que del otro, siempre a punto de ponerme a navegar en círculos.

Pero no hay cuidado, la dama catadora de té y el p-valor vendrán a rescatarme si eso ocurre. Estoy segura de ello, con un intervalo de confianza de un 95%…

 

Portada "The Lady Testing Tea"Portada del libro "What's a p-value, anyway?

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