En El Comercial, como siempre

La frase «quedamos en El Comercial, como siempre» era una forma muy habitual de acordar el lugar de encuentro con amigos y compañeros en Madrid desde hace décadas. Yo la habré pronunciado docenas de veces, al igual que «nos vemos delante de La Mallorquina» o «en el Oso y el Madroño». Pero la frase de «En El Comercial, como siempre» dejará de tener sentido en breve.

Fachada del Café Comercial
Fachada del Café Comercial

 

La semana pasada cerró el café más antiguo de Madrid, el Café Comercial, que llevaba 128 años en la glorieta de Bilbao. Por el café de la calle Fuencarral han pasado figuras de la talla de  Jardiel Poncela, Sánchez Ferlosio, Ignacio Aldecoa, los hermanos Machado y Francisco Umbral y también ha sido sede de tertulias políticas, literarias y de todo tipo. Entre los hitos que se le suele atribuir es que fue el primer establecimiento de Madrid donde contrataron a camareras y que fue el primero en servir platos combinados. Hasta fue inspiración para un chotis de Alfonso Muñoz según explica la web del café (una página bastante mal escrita, por cierto).
El cierre de un local de estas características desata reacciones de todo tipo, en función de la edad, personalidad, circunstancias y experiencia de cada persona. Por mi parte echaré de menos la referencia del lugar y los recuerdos asociados a él, pero no añoraré ni la ortopédica puerta giratoria ni el mal servicio de los últimos años.

Las imágenes siguientes se proponen ilustrar algunas de las reacciones a la noticia del cierre, plasmadas en la fachada del café en forma de notas manuscritas y carteles, tomadas el pasado domingo (siete días después de saberse la noticia).

Empezaremos por el factor humano: el Comercial albergó encuentros y desencuentros, amigos que antes eran enemigos…

Una de las historias del Comercial
Caligrafía a la antigua usanza

 

La gran incógnita de lo que podría haber sido...

 

Lo que pudo haber sido y no fue...
Lo que pudo haber sido y no fue…

 

El Comercial fue testigo de un trozo de la historia social de Madrid y de España, según refleja la foto aportada por Javier Navarro.

Vendedor de crecepelo en el Comercial

 

Los que no habían entrado nunca opinan que…

Nota adhesiva en el Café Comercial

 

E incluso los que están lejos en una ciudad llena de cafés quieren dar su opinión…

Los ausentes también se adhieren a la protesta...
Los ausentes también se adhieren a la protesta…

 

 

Para algunos, la culpa es de los hipsters

 

Un viandante culpa a los hipsters...
Los hipsters son como Atila y los hunos, según esta nota

 

Otros muchos culpan a las cadenas de comida rápida, a las franquicias de ropa barata, otros tantos a la aristocracia.

Según la sesuda reflexión de este estudiante, que declara haber desayunado en el Comercial todos los fines de semana durante tres años, el cierre de este lugar emblemático es lamentable porque según se explica en «Pulp Fiction», la gracia de Europa es que «allí todo es un poco diferente». En otras palabras, desde el cierre del centenario Café Comercial en Europa todo es un poco menos diferente (a ver cuántos Starbucks tienen un chotis compuesto para ellos…).

Todo es un poco menos diferente
Todo es un poco menos diferente en Madrid desde el cierre del Comercial

 

Algunos tienen muy clara su evaluación de lo ocurrido, e incluso quieren facilitarle al ayuntamiento la redacción de la placa conmemorativa a colocar en la fachada de lo que según los rumores será un restaurante de comida rápida o una franquicia de ropa…

Esta es la propuesta de un ciudadano para el Comercial
Placa-esquela propuesta por un ciudadano para el Comercial

 

Petición en change.org para salvar el Café Comercial.