Algunas profesiones o actividades, sobre todo si son vocacionales, marcan de forma muy visible a quienes se dedican a ellas. Ilustradores, maquetadores, fotógrafos, diseñadores gráficos, creativos y dibujantes suelen desarrollar algunos hábitos muy concretos respecto a lo que ven, a su manera de percibir y respecto a la forma en que interactúan con lo que observan.
Los siguientes diez síntomas te ayudarán a determinar si es este es tu caso y estás obsesionado con el diseño gráfico.
1 Ves histogramas por todas partes.
2 Cuando ves nubarrones grises, en lugar de coger un paraguas, piensas “qué degradado más chulo”.
3 A menudo te dices a ti mismo que la vida sería más sencilla si los comandos de copiar y pegar se pudieran usar en el mundo real.
4 Cuando ves un fondo de escritorio bitmap te preguntas de qué banco de imágenes lo habrán sacado y qué filtros lleva.
5 Si ves una taza de leche lo primero que piensas es “ese balance de blancos…”.
6 Ves destellos por todas partes, como los de Illustrator.
7 Para ti edredones y cojines son simplemente superficies cubiertas de diseños geométricos más o menos acertados.
8 Cuando ves algunas fotos tuyas, de familiares o amigos piensas “lástima de desenfoque gaussiano”.
9 Una simple mancha de café se convierte en una circunferencia con gotitas casi fractales o incluso en una célula bajo un microscopio.
10 Sabes que cualquier situación cotidiana esconde personajes del mundo del diseño gráfico deseosos de que los liberes.